domingo, 13 de julio de 2014

Magdalenas Ryan Gosling

   Todo empezó hace cinco años, cuando quise sorprender a mi familia con un postre (yo, que no encuentro diferencia entre el cuchillo de cortar el pan y un tenedor), y no contenta con eso, decidí inventarme la receta; ni libros, ni internet, ni siquiera el juego de “Cocina conmigo” de la Nintendo de mi prima… A la aventura, ¡¡ con un par!!

   Como es de imaginar, el resultado fue desastroso, pero si sirve de algo, lo preparé con un montón de amor. Si alguna vez os sentís tentados a mezclar sandía, melón, fresas, muesli y chocolate en una misma receta, dejadme que os lo desaconseje por completo.

   Utilicé un vaciador para trocear el melón y la sandía con forma redonda, hice una macedonia con las dos frutas y un poquito de azúcar, y lo adorné con una brocheta de fresas con chocolate y muesli. Hasta ahí, perfecto; ¿el error? (más bien “los errores”, pero tampoco quiero ser cruel conmigo misma), el chocolate empezó a escurrirse por la brocheta y se mezcló con el agüilla que iban soltando el melón y la sandía. Mis padres estaban a punto de llegar y yo con el postre hecho un desastre ¿qué hago? – meterlo en la nevera – (bien Tricia, 12 points,…) Con eso, no solo conseguí volverlo más terrorífico, sino que además, el muesli se ablandó, despegándose del chocolate y cayendo también al agua.

   Yo, que soy así de ingenua, pensé para mis adentros – no juzgues al postre por su aspecto, seguro que tiene que estar rico – y ya que había pasado el trabajo de hacerlo, me arriesgué a servirlo.

   Mi padre, que es una persona maravillosa, por no dejarme quedar mal, se lo comió enterito, el suyo, el de mi hermano y el mío (mi madre lo comió con una sonrisa y sin respirar…disimular no es lo suyo, pero lo intenta) y aún por encima, tuvo el valor de decirme que estaba buenísimo.

   Han pasado 5 años, y todavía hay quien, hoy en día, me recuerda aquella desagradable macedonia cuando me preguntan que qué estoy haciendo en la cocina, y yo respondo, - nada, experimentar - .

   Llegados a este punto, entiendo que la receta que os traigo hoy no os inspirará mucha confianza, pero podéis estar tranquilos,…¡¡Mi padre le ha dado el aprobado!!

   Me he cansado de buscar recetas de magdalenas que tuvieran un sabor mínimamente decente, y al final, he optado por mezclar varias recetas hasta llegar a esta.Os aseguro que estas magdalenas están realmente buenas, por eso las he llamado “Magdalenas Ryan Gosling”. Quedan súper esponjosas y son el complemento perfecto para el desayuno (de los campeones).

   Manos a la obra, ahí va la receta:



   * Si los huevos son grandes, yo uso 2 en vez de 3.
   * La ralladura de naranja, la podéis sustituir por ralladura de limón dependiendo de lo que os guste más.
   * Las chispitas de chocolate son opcionales (pero deberían ser obligatorias, porque les quedan requetebien!!).

PREPARACIÓN (para unas 12/14 uds.):

- Batir los huevos con el azúcar hasta que espumeen (o lo que viene siendo lo mismo, hasta que te duela el brazo a rabiar).

- Añadir a la mezcla el yogur, la ralladura de naranja y el aceite.

- Tamizar la harina con la levadura y la sal, y añadirlo a la mezcla anterior.

- Dejamos reposar la masa en la nevera al menos media hora.

- Precalentamos el horno a 180º y vamos rellenando las cápsulas unos 3/4 de su capacidad.

- Horneamos aprox. 20 min o hasta que veamos que ya están doraditas...

      .....ET VOILÀ!!


    *Como no tenía ninguna foto de mis magdalenas, me he inspirado en estas que he encontrado en http://www.almomento360.com/




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