miércoles, 24 de septiembre de 2014

DIY o cómo no perderse en el gimnasio

   Llega septiembre y con él, la masificación de matrículas en el gimnasio de personas que creen que se han pasado con los helados en verano (entre ellas, yo).

   Me matriculé en el gimnasio hace 7 meses, y a pesar de la poca fe que tenían en mi, apenas he faltado un par de días desde febrero.

   El primer día todo era nuevo para mi; las máquinas, las clases, los monitores,... y ya desde la entrada, pude tropezarme con los tres grandes topicazos, los tres rebaños que conforman el alma de todo gimnasio que se precie:

   Tenemos la zona de jubilados, que normalmente se arremolinan entre las máquinas sin peso para criticar a sus vecinas, intercambiarse recetas o presumir delante del resto de compañeros de lo bien que toca el piano su nieto. Normalmente saben más que tú en cuanto a "ginasia" se refiere; les encanta corregirte un ejercicio que ellos mismos hacen mal, adoran corregir también al profesor y decirle que "es que con el otro monitor no lo hacemos así", y sobre todo, les encanta que tengas algún tipo de dolor para poder comentarlo y compararlo con el suyo. Por lo general, son totalmente inofensivos, y la mayoría de ellos, muy agradables a pesar de todo.

   Está la zona de l@s tronistas; ellos, un conjunto de chumachos con músculos que ni siquiera sabías que se podían llegar a desarrollar, se pasan la mañana haciendo pesas mientras se lanzas besos a ellos mismos frente al espejo. Si te ven en apuros en algún momento, se deciden a ayudarte en función de lo cortos que lleves los pantalones. Ellas, maquilladas hasta las cejas, normalmente llevan la equipación más cara, moderna y con menos tela del mercado, hacen básicamente lo mismo que los chumachos, intercalándolo con algún pestañeo exagerado momentáneo a modo de tonteo mientras mascan un chicle y se enrollan la punta de la coleta en el dedo índice. Tanto ellos como ellas, tienen en común una cosa...son carne de cañón para Tele5.

   Por último, y no por ello menos importante, está el resto", una masa de gente con edades comprendidas entre los 18 y los 63 años, que vamos uniformados con los mismos pantalones y las camisetas de colores de 4'95 del Decathlon, que salimos de clase sudando la gota gorda y tan colorados, que a la gente le da miedo acercarse a nosotros por si es algo contagioso, con los pelos disparados cada uno hacia una punta del continente y la coleta mal hecha, que todos los días, emprendemos una lucha encarnizada a carreras, por ver quién coge la última máquina que queda libre en la sala, o por ver quién puede entrar antes en clase para colocarse en primera línea de playa. Yo pertenezco a ese grupo.

   Sí, topicazos, pero la cruel y dura realidad.

   Una vez que llegas al vestuario, tienes que pelearte también por la última de las 300.000 taquillas que hay, o si tienes la suerte de cogerla a tiempo, una vez que vuelves a por tus cosas...¡tienes que encontrarla! Todos los candados son exactamente iguales, así que no es raro vernos a todas forzando las taquillas hasta dar con la acertada.

   A mi, para ahorrar tiempo y colarme antes que nadie en la ducha, he decidido pintar mi candado para diferenciarlo del resto e ir directa a mi taquilla sin tener que meter la llave en los 299.999 candados restantes (porque, por ley de Murphy, después de perder toda esperanza, siempre aciertas con el último en el que pruebas).

   Con esto y un bizcocho, nos ponemos al tema y os enseño cómo se hace; yo después de pintar el candado me emocioné y acabé pintando también las llaves de casa.




Esto va a ser lo único que necesitaremos para hacer unos diseños sencillitos como los de la foto:




   Lo único que tenemos que hacer es elegir un diseño que nos guste para customizar el candado y aplicar el esmalte.

   Yo utilicé el mismo modelo con distintos colores para el candado y una de las llaves. Primero le di un color de base, después pinté las hojas, y para hacer las flores, primero eché una gota de esmalte blanco y encima, otra pequeñita de esmalte rosa, y las mezclé con un palillo.

   Para hacer la segunda llave, eché varios colores y fui girando la llave para que se mezclaran...el voilà!

   Ya veis que el nivel de dificultad es mínimo. Ahora os toca a vosotr@s customizar vuestras llaves y candados :)










4 comentarios:

  1. ehhhh me gusta me gusta! mi candado esta ya todo pelado jajaja asi que lo pondre en practica! yo tambien soy una incondicional del gimnasio! en body attack, body combat y body pump me tienen siempre ahi jajajaaj y yo misma tenia poca fe en mi, y mira, ya hace mas de un año que me apunte y ahi sigo :)

    me gustan los tres rebaños del gimnasio, en el mio tambien estan jejeje


    un besito y feliz finde!!!

    miventanafavorita.blogspot.com

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    1. Pues si al final decides pintarlo, ya me enseñarás cómo te quedó, que seguro que genial!!
      Ay, qué tres rebaños, madre mía!! Me consuela saber que en tu gimnasio también existen jajajaja

      Un besote y gracias por pasarte!!

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  2. Hola guapa!!
    desde hoy te sigo en tu blog y te invito a conocer el mio http://todoeldiadecompras.blogspot.com.es/
    Bss

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